Actualmente, en la dinámica de culturas hibridas, transformaciones y constantes dinámicas que nos envuleven en la cotidianidad, el tiempo pasa...Para algunos rápido y otros, ojala no sea tan lento, donde se van alejando los espacios solidos por espacios ambivalentes y de metros cuadrados.... un pare....el consumismo....y la perdida del hilo de la esencia.
Es una de las tantas preguntas que los(as) educadores, psicopedagogos y orientadores se hacen a diario en su quehacer pedagógico. Es una competencia que se exige a nivel global, en la “Sociedad del Conocimiento”, donde se mide ante todo el ser competente, pero esta exigencia de proactividad debe partir del ejemplo de nosotros mismos como educadores, entonces, ¿Qué tan proactivo (a) estoy siendo con mis estudiantes para que a partir de ellos mismos generen preguntas, respuestas y acciones significativas en la resolución de sus problemas cotidianos? La proactividad se alimenta de la iniciativa y de la responsabilidad, de la manera como asumimos los cambios, por lo tanto, se centra en el esfuerzo y la capacidad de persistencia en alcanzar los logros propuestos para liderar su propia vida. ¿En qué edad debemos estimular esta capacidad?, porque esperar a la adolescencia, entre más temprana edad se estimule se podrá lograr estudiantes proactivos, capaces de generar diferentes posibilidades f
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