Actualmente, el recurso más valioso de cualquier país del mundo esta en el “Capital del Mental”, el cual todo país debe estimular e invertir a través de la educación. Una “educación de calidad”, que genere espacios donde los estudiantes investiguen desde temprana edad y encuentren sentido del acto de estudiar para aumentar su desarrollo intelectual de una manera integral, en el sentido que sea capaz de transformar y dar posibles soluciones a las diferentes situaciones que vive en su contexto social.
Un contexto social, que ya no solo es en un espacio real sino virtual, requiere de una formación con altas competencias a nivel comunicativo e intelectual, que sean crítico, reflexivos y metacognitivos (autorregule su aprendizaje). Para ello, se necesita de un liderazgo desde el ministerio de educación hasta el papel pedagógico de los educadores, que construya y recree las estrategias y modelos de aprendizajes adecuados para estimular el desarrollo del capital mental en el país.
Retomo a Edgar Morin, filosofo y pedagogo que nos da un referente con los “Sietes saberes necesarios para a educación del futuro”, en cada uno de estos siete saberes nos da una serie de pautas para trabajar en el aula de clase. Considero, un libro pertinente y necesario leer en cualquier educador (Desde educación parvularia hasta la universidad), que nos lleva a construir una serie de actividades para desarrollar y evitar dificultades en el momento de estimular el proceso del aprendizaje, como: la ceguera del conocimiento (errores intelectuales), el conocimiento pertinente, la condición humana desde el ser pensante con raciocinio, la identidad terrenal (la herencia evolutiva y planetaria), como enfrentar las incertidumbres, enseñar para la comprensión y aprendizaje ético.
Un contexto social, que ya no solo es en un espacio real sino virtual, requiere de una formación con altas competencias a nivel comunicativo e intelectual, que sean crítico, reflexivos y metacognitivos (autorregule su aprendizaje). Para ello, se necesita de un liderazgo desde el ministerio de educación hasta el papel pedagógico de los educadores, que construya y recree las estrategias y modelos de aprendizajes adecuados para estimular el desarrollo del capital mental en el país.
Retomo a Edgar Morin, filosofo y pedagogo que nos da un referente con los “Sietes saberes necesarios para a educación del futuro”, en cada uno de estos siete saberes nos da una serie de pautas para trabajar en el aula de clase. Considero, un libro pertinente y necesario leer en cualquier educador (Desde educación parvularia hasta la universidad), que nos lleva a construir una serie de actividades para desarrollar y evitar dificultades en el momento de estimular el proceso del aprendizaje, como: la ceguera del conocimiento (errores intelectuales), el conocimiento pertinente, la condición humana desde el ser pensante con raciocinio, la identidad terrenal (la herencia evolutiva y planetaria), como enfrentar las incertidumbres, enseñar para la comprensión y aprendizaje ético.
Para el desarrollo del “Capital Mental”, se requiere generar espacios de innovación e investigación, donde desde muy temprana edad se estimule a indagar, investigar, analizar, interpretar, argumentar y proponer sus formas de pensar, de esta manera, obtendremos una generación de estudiantes investigadores e innovadores, que en la medida que aprenden recrean su contexto. En una época global, se mide la riqueza de un país en el desarrollo del “Capital Mental”, en la medida que aumente la cantidad de investigadores que innoven desde cualquier disciplina del saber, conlleva a estar a estar a la altura de los países desarrollados.
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