Actualmente, en todos los espacios se habla de calidad, la educación como espacio de prioridad en la sociedad no puede quedar atrás. En una sociedad globalizada enmarcada de cambios y conflictos sociales, políticos y culturales, en medio de la formación de una generación compleja, que a veces resulta difícil la comunicación entre la construcción y comprensión de sus propios códigos y de su propio proceso de aprendizaje, el cual se exige responder a un estandar mundial, con unas mediciones que no solo son a nivel nacional sino internacional.
Las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación), se han convertido en unas herramientas útiles tanto para el proceso de enseñar como para aprender, el espacio de Internet, permite que además de estar actualizados, se tenga el contacto con información concreta y dinámica acerca de cada tema de trabajo en el aula desde cualquier subsector, de esta manera, enriquecer los materiales destinados a la enseñanza con gráficas, sonido, video (multimedial), además, estos objetos de aprendizaje pueden ser reutilizables en más de un subsector o disciplina, a la vez, conlleva que los educadores recreen los espacios virtuales para la construcción de proyectos colaborativos y la interacción de materiales didácticos interactivos sean trabajado y compartidos no solo con educadores locales, sino, a nivel nacional e internacional. A continuación una experiencia de mi bella Colombia.
Cuando se habla de calidad, se esta relacionando especialmente tres términos; la Competitividad, la Productividad y el rendimiento, desde una mirada global, en cualquier lugar del mundo nuestros estudiantes deben ser competentes, más aún, teniendo en cuenta el proceso de la globalización Por lo tanto, la educación se convierte en el servicio más especial para una sociedad.
Retomo a Antonio Carretero, que menciona “ La educación es un servicio que se produce y al mismo tiempo que se consume, es decir, tiene la particularidad de actuar sobre el cliente inmediato (estudiante), no existiendo aparentemente disociación entre el servicio y la persona beneficiaria, esto, a la vez conlleva la búsqueda de la complicidad en el usuario (padres – estudiantes), basada en la complacencia o satisfacción” ojala, no se confunda que el proceso exigente para una educación de calidad no es porque se esta molestando al estudiante. Es preocupante, si la educación no es exigente para una realidad competente de una sociedad globalizada. O como menciona Jhon Akers (IBM), ¿Cómo competirán nuestros trabajadores dentro de cada empresa para el día de mañana?
Una dinámica diaria en el quehacer pedagógico, ¿Cómo construir generaciones más pensantes?, no referente a la cantidad de conceptos sino la "capacidad de comprensión y análisis" para dar posibles soluciones a una necesidad "Ser inteligente". De esta manera, el quehacer pedagógico, enmarca una serie de acciones, estrategias y actividades que los educadores realizan dentro y fuera del aula de clase, a la vez marca la importancia del proceso para obtener una calidad de educación. Un proceso que finalmente es evaluado en el accionar de los estudiantes, desafortunadamente, no en todos los casos se encuentra la coherencia del proceso de enseñanza con el proceso del aprendizaje, porque depende una gran parte en el interés y objetivos que tiene cada estudiante en su significado de qué es estudiar.
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